Cómo afecta el contacto con la naturaleza a nuestra salud

Por si no lo sabias, el medio ambiente puede influir de una manera muy considerable en nuestra salud, especialmente si vivimos en una ciudad, ya sea muy ajetreada o no. En ellas, el ruido, la calidad del agua, el exceso de contaminación, alto nivel de químicos, mala alimentación, y demás cosas, son uno de los principales causantes del deterioro de la salud de una innumerable cantidad de personas. Por esta razón, una excelente idea para nuestras vacaciones, es retirarnos de la ciudad a respirar aire puro; y si no te llama mucho la atención esto, hoy queremos enseñarte cómo afecta el contacto con la naturaleza a nuestra salud.

Según expertos, cuando entramos en contacto con la naturaleza, esta puede ofrecernos un efecto terapéutico muy interesante. Ya sea que demos un paseo por la montaña, salgamos al parque fuera de la ciudad, nos acostemos sobre el césped, disfrutemos de la playa; o también si vamos al campo o a algún pueblo rural, inevitablemente experimentaremos ciertas sensaciones en nuestro cuerpo bastante interesantes, y muy beneficiosas para nuestra salud.

Aunque suene un poco extraño, la naturaleza no solo afecta positivamente nuestra salud cuando estamos en contacto directo con ella, basta solo con ver fotografías de paisajes y parajes naturales, e inmediatamente nuestro cerebro mejorara el funcionamiento cognitivo.

Teniendo esto en cuenta, al momento de salir de vacaciones, en lugar de ir a una ciudad famosa y llena de atractivos y monumentos, optemos por un destino que nos permita alejarnos de la ciudad y entrar en contacto con la naturaleza; en ese caso, en lugar de hospedarnos en hoteles, las casas rurales Formentera pueden ser una excelente opción.

Beneficios de entrar en contacto con la naturaleza

Con el simple hecho de dar un paseo de unos 20 minutos por un bosque o algún parque lejos de la ciudad, nuestra memoria y concentración se fortalecerán de manera progresiva; esto alega el doctor Marc G. Berman luego de un exhaustivo estudio.

De igual manera, la tranquilidad, el sonido del viento moviendo las hojas de los árboles y también el agua cayendo entre las rocas de una quebrada, se convierten en una de las mejores terapias contra el estrés que podemos encontrar en sobre la tierra.

El estrés no es algo que pueda irse tan fácilmente de nuestro cuerpo, por lo que esta es una opción realmente efectiva. Al momento de deshacernos del exceso de estrés que se encuentra en nosotros, podremos disfrutar de una serie de beneficios muy considerables.

Por otro lado, otra forma en la que afecta el contacto con la naturaleza a nuestra salud la podemos ver directamente en nuestro cerebro. Cuando vivimos en la cuidad, el ruido y el elevado nivel de contaminación no permitan que este se oxigene correctamente, además de que no descansa lo suficientemente bien por las noches. Al momento de dejar la ciudad e irnos al campo o a la montaña, nuestro cerebro se libera de todo eso con lo que se carga en la ciudad; lo cual también es de gran ayuda para combatir la ansiedad y la depresión, sean o no crónicas.

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