Datos curiosos sobre el hielo

Quién se ha detenido alguna vez a considerar que cuando por unos pocos centavos compra un sorbete, un helado o un granizado. Que el hielo ha sido en otros tiempos un artículo de lujo. Tan cierto es esto que en la antigüedad solo los emperadores y reyes podían darse el placer de refrescar sus bebidas. Y esto no es si no uno de los datos curiosos sobre el hielo.

Los pueblos antiguos y el codiciado hielo

Los egipcios, asirios y babilonios visitaron en sus viajes lugares donde el hielo cubría extensas comarcas y allí conocieron la utilidad de este producto refrigerante, que tanta falta hacia en sus calurosos países natales.

Maravillados por el hielo, quisieron proveerse de él, pero lo consiguieron en tan poca cantidad y a precio de tanto trabajo que solamente los reyes pudieron disfrutarlo. Así, durante muchas centurias el hombre procuró obtener un refrigerante valiéndose del que espontáneamente le brindaba la naturaleza.

Los inicios de la fabricación del hielo

Debimos esperar hasta el siglo XVII para ver aparecer algo que apenas se asemejaba a las modernas neveras. En efecto en 1621 comenzó a utilizarse el sistema de los tazones. Los cuales se ponían uno dentro de otro, el espacio entre ellos se llenaba con agua, y el conjunto se cubría con nieve y sal. Lo cual congelaba el agua.

En 1775 un medico escoces, el doctor William Cullen, encontró el primer método para la fabricación puramente mecánica del hielo. Pero su procedimiento solamente permitió elaborar una ínfima cantidad y quedó como una curiosidad de laboratorio.

Los avances más resaltantes en la historia de la refrigeración

Así pasaron años sin que se adelantara en estas cuestiones, hasta que en 1834 fue patentada en Inglaterra por el americano Jacob Perkins, la primera máquina capaz de producir hielo en cantidades que permitieran su utilización comercial. A partir del invento de Perkins se construyeron muchos modelos de maquina capaces de producir hielo.

En 1860, una maquina de gran rendimiento fue construida por el francés Ferdinand E. Carré. La máquina de Carré funcionaba de acuerdo con el principio de absorción del amoniaco. Esto fue perfeccionado gracias a los trabajos del ingeniero alemán Linden.

El gran desarrollo de la técnica a fines del siglo pasado y principios de este trajo la refrigeración artificial tal como hoy la conocemos. Las cámaras frigoríficas y las neveras no se popularizaron hasta el siglo XX.

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